No es de papel el silencio de mi
verso.
Libro de poemas.
Manuel Ángel Gutiérrez Solís. Edita el Ayuntamiento de Pozoblanco
(Córdoba, España). Diciembre, 2018.
Abro el libro, leo y … creo.
Vuelvo a creer en la poesía. Unos versos como los de
antes, de ahora, de siempre, que van directos a la emoción, al sentimiento de
estar vivo. Que no son sólo frases de tweets
(en castellano, tuits). Versos, espacios y silencios. ¡Qué buena armonía!
Un cofre con 77 páginas hondas, con brillo. Intensidad
de un poeta médico cordobés que siente la vida cotidiana, y quiere contar lo
que siente. Médico de profesión en Urgencias, médico de rostro tranquilo;
aunque parezca que no podría serlo. Poesía rural, comarcal y familiar. Palabras
que crujen, que nos hacen escuchar, que tiñen de color nuestra memoria y
nuestros anhelos, que regalan sueños a nuestros sueños. Esqueje que prende
dentro de nuestro ser.
Manuel Ángel Gutiérrez
presenta su último poemario ‘No es de papel el silencio de mi verso’
https://pozoblancotv.com/manuel-angel-gutierrez-presento-anoche-su-ultimo-poemario-en-la-biblioteca/
Certero
prólogo del escritor Andrade.
“Nos conduce por un bosque humano y transparente
donde crujen los sueños, las voces, los abrazos, los adioses perdidos (…) Voz
sobria, profundamente limpia y elegante. (…) Un poeta de hondura, de enorme
talento creativo, que aquí nos da muestras no sólo de su maestría lírica, sino,
sobre todo, de su rico lenguaje estético, metafórico, y de su modo sublime de
expresar la realidad con sensibilidad, ternura y emoción”.
Dos muestras sobre adolescentes (recordad
que soy pediatra).
Pubertad
En tu vientre
pequeño,
de pequeña gacela,
se ha instalado el
aroma
de una flor
encendida (…)
Once años
(…) Pero quiero
que, en este día,
entre tu niñez y
mi anhelo,
se abra tu ala al
aire
en este mar de
silencios
tu voz se eleve
clara,
sin cobardía y sin
miedo,
y, entre sus miles
de veredas,
encuentres tu
pájaro eterno.
Dieciocho años
Con las alas
abiertas,
dispuesto a surcar
el viento
y navegar la
estela de vida,
tu vuelo se siente
presto…
¡y yo quisiera
explicarte
cuántos errores
tuvo el mío!;
pero en mares
ajenos
no navega nuestro
barco (…)
(…) que no te
derrote el hastío,
la vanidad ni la
soberbia.
Que nada es
gratis,
que todo tiene su
precio,
que sólo estés
dispuesto a pagar
por lo que de
verdad
merezca la pena.