El vencejo,
ave del año 2021.
Han vuelto los vencejos
La noticia ha salido en la radio y en redes sociales
estos días de enero.
Esta ave, habitual en entornos
urbanos, ha recibido casi la mitad de todas las votaciones (49,58%), siendo los otros
dos finalistas el alcaudón real (Lanius
excubitor) que obtuvo el 27,15% de los votos y el aguilucho cenizo (Circus pygargus) con
el 23% de los votos.
Los vencejos, aseguran desde la ONG, se suman a la larga lista de aves comunes, como
gorriones o golondrinas, en declive poblacional, una clara
señal de que nos enfrentamos a una crisis ecológica sin precedentes agravada
por el cambio climático.
Estas aves cuentan con
una extrema capacidad de adaptación a
la vida aérea, y pueden
desarrollar todo su ciclo vital en pleno vuelo, excepto la nidificación:
incluso pueden pasar hasta un año sin posarse en ningún momento.
“Que veamos
menos gorriones, menos golondrinas o menos vencejos no es anecdótico sino
una poderosa señal de alarma clara de que afrontamos una crisis ecológica sin
precedentes que nos debe obligar a repensar nuestra relación con la naturaleza"
explica Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife.
La etimología de
su nombre científico, Apus apus, proviene del griego antiguo, donde apous (άπους) significa «sin pies», en referencia
a sus costumbres aéreas. Su nombre en español «vencejo» procede de la
corrupción de su antiguo nombre oncejo, por confusión con la palabra «vencejo» que
significa «ligadura, lazo». A su vez oncejo
provenía de hoz, en alusión a la forma de su silueta en
vuelo.
El vencejo es un ave migratoria. Los vencejos pasan la mayor parte de su vida en el aire: comen, duermen y copulan volando. De noche, estas aves se elevan hasta los 2.000 m de altura y allí duermen, volando.
Únicamente
se posan para poner los huevos, incubarlos y criar a sus polluelos. Permanecen
en vuelo ininterrumpido durante nueve meses al año.
En el
campo, anida gregariamente en taludes pero está especialmente adaptado a los
asentamientos humanos. Forma sus nidos bajo cornisas y aleros de edificios y
casas. Suele ser fiel a su lugar de anidamiento; vuelve a él y lo reconstruyen
cuando hace falta.
Las
crías abandonan el nido una mañana volando súbitamente, sin necesidad de
aprendizaje previo, y no retornan a él jamás.
https://www.nationalgeographic.com.es/
https://seo.org/2021/01/18/el-vencejo-comun-es-el-ave-del-ano-2021/
https://es.wikipedia.org/wiki/Apus_apus
POESIAS
A LOS VENCEJOS:
Tiene más fama la poesía a las
golondrinas (Gustavo Adolfo Bécquer, oda a la fatalidad y al amor perdido).
Los vencejos pasan casi toda la vida
en vuelo, sin posarse, salvo para anidar. El nido lo suelen conservar de un año
para otro. Los polluelos un buen día se van del nido para nunca más volver.
En español, hay una hermosa poesía,
muy de Miguel de Unamuno. También se encuentra en la red otra de Manuel de
Palacio (s XIX)
MIGUEL
DE UNAMUNO.
Miguel de Unamuno y Jugo (Bilbao, 29 de septiembre de 1864 - Salamanca,
31 de diciembre de 1936) fue un escritor y filósofo español perteneciente
a la generación del 98.
Han vuelto los vencejos;
las cosas naturales vuelven siempre;
las hojas a los árboles,
a las cumbres las nieves.
Han vuelto los vencejos;
lo que no es arte vuelve;
vuelta constante es la naturaleza
por cima de las leyes
Han vuelto los vencejos;
¿ves como todo vuelve?
todo lo que ha brotado al sol desnudo,
de la inexhausta fuente;
todo lo que no fue de algún propósito
producto endeble.
Han vuelto los vencejos;
¡augusto ritmo, única ley perenne!
¡el año es una estrofa
del canto permanente!
Todo vuelve, no dudes, todo vuelve;
vuelve la vida;
¡vuelve la muerte!
¡cuanto tiene raíces en la vida
al fin y al cabo vuelve!
¡Han vuelto los vencejos,
y al pecho aquellas mismas ansias vuelven…!
Ahora comprenderás lo que en la vida
quiere decirnos: «¡Siempre!»
Siempre, quiere decir la vuelta, el ritmo,
la canción de la mar en la rompiente;
si la ola se retira
ha de volver, pues es de lo que vuelve.
Vuelve todo lo que es naturaleza,
y tan sólo se pierde
lo que es remedo vano de los hombres,
sus artificios, invenciones, leyes…
Han vuelto los vencejos,
como ellos vuelven…¡siempre!:
con su alegre chillar el aire agitan
y el cielo, con su raudo ir y volverse,
al caer de la tarde
cobrar vida parece.
No se posan ni paran, incansables;
sus pies ¿a qué los quieren?
les basta con las alas,
criaturas celestes.
Con ritmo de saeta, ritmo yámbico,
los versos vivos de su vuelo tejen,
chillando la alegría
de sentirse vivientes…
Han vuelto los vencejos;
los del año pasado, los de siempre,
los mismos de hace siglos,
los del año que viene,
los que vieron volar nuestros abuelos
encima de sus frentes natura fuerte,
verán también volar, negros y leves.
Han vuelto los vencejos;
criaturas del aire que no mueren
- ¿quién muertos los ha visto? -
heraldos de la vida, amantes fieles
del largo día de la mies dorada;
¡han vuelto los de siempre…!
¡Vencejos inmortales,
alados hijos de natura fuerte
heraldos de cosechas y vendimias,
mensajeros celestes,
bienvenidos seáis a nuestro cielo,
vosotros… los de siempre!
Abril, 1908.
Miguel de Unamuno
LUCIERNAGA
CELESTE (LA ESTRELLA POLAR)
Luciérnaga
celeste, humilde estrella
de navegante guía: la Boquilla
de la Bocina que a hurtadillas brilla,
violeta de luz, pobre centella
del hogar del espacio; ínfima huella
del paso del Señor; gran maravilla
que broche del vencejo en
la gavilla
de mies de soles, sólo ella los sella.
Era al girar del universo quicio
basado en nuestra tierra; fiel contraste
del Hombre Dios y de su sacrificio.
Copérnico, Copérnico, robaste
a la fe humana su más alto oficio
y diste así con su esperanza al traste.
Miguel de Unamuno
MANUEL DEL PALACIO
Manuel del Palacio y Simó (Lérida, 24 de diciembre de 1831-Madrid,
5 de junio de 1906) fue un periodista y poeta satírico español. Académico
de la Lengua Española en 1892.
SEMBLANZAS VI
Le vió nacer un pobre
lugarejo
Que Aragón en sus límites encaja,
É indigna hallando de él la gente baja
Por el mundo voló como un vencejo.
Vióse una vez por suerte, en un espejo,
Y al arte se lanzó con gran ventaja,
Aumentando muy pronto la baraja
De los que nunca admiten un consejo.
Mediano como actor, pero buen hijo,
Inspiró con su faz algún antojo
Y en su pueblo compró más de un cortijo.
Hoy le mira la corte de reojo;
Y donde otros ayer comieron mijo,
Dicen que se alimenta de gorgojo.
Certamen literario. El profesor, poeta y organizador de Poesía para Vencejos Felipe Pérez Pollán, autor de 'Dónde estarán los vencejos (Mariposa ediciones, 2020), se mantiene con la energía y firmeza suficientes para continuar deleitándonos con su Poesía para Vencejos.
https://www.ileon.com/cultura/la_fragua_literaria_leonesa/108729/felipe-perez-pollan-poesia-para-vencejos-representa-todo-para-mi
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