COMENTARIO TRAS LA LECTURA DEL LIBRO
“Invisible”,
libro de Eloy Moreno, es muy recomendable, para leer y reflexionar. Para disfrutarlo
también. Emotivo y diferente. Para interiorizarlo, y para exteriorizarlo y
compartirlo. No se puede por menos que felicitar al escritor.
El
público es para adolescentes y también adultos. Conmueve y mueve a desarrollar
un cierto trabajo después sobre el tema. El autor ha tenido el genial acierto de
elaborar una guía para trabajar a nivel escolar o en otros ámbitos sobre la
narrativa, los significados y el tema. Invita a leer y a escribir también. Está
claro que escribir experiencias es vivir varias veces.
En
general un libro se empieza a leer con la recomendación de una sinopsis escrita
o una recomendación verbal de un conocido. En este caso la recomendación me
llegó desde dos pediatras mujeres, compañeras de trabajo, que les ha parecido
muy interesante y de recomendable lectura, sobre tema de bullying o acoso escolar. A una de ellas la recomendación le llegó
desde su hija adolescente que lo había leído, junto con varias de sus amigas
también.
Lo
abordé con ganas, como pediatra escribidor.
Frase
inicial: Lleva más de cinco minutos en la
esquina de enfrente, mirando hacia la puerta sin saber qué hacer: si entrar
ahora o volver mañana con las mismas dudas de hoy.
Es un
comienzo magistral, es un “¿te atreves?” enorme, seductor. Y nos introduce en
el ambiente como si uno fuera caer en un abismo.
Los
primeros capítulos del libro casi confunden. Desconcierta un poco; nos sitúa en
un universo que parece de cosas terribles que han sucedido y que van a suceder
de forma inexorable, y se repiten en varios planos. Hay un niño-adolescente y
algo que va gravitando alrededor. En seguida vemos que nos vamos acercando a
los “rápidos” del río de la narración, y ya no podemos volver atrás, no es
fácil detenernos en la lectura. Engancha. Sobre la trama hasta aquí puedo
escribir.
Consigue
crear una atmósfera intensa con vida real explícita y con vida real oculta,
ambas trenzadas entre sí y con una narración de ficción, pero ésta es tan auténtica
como la vida misma. Los protagonistas principales rápidamente nos van dirigiendo,
captando la atención. Nos introducen en la trama. Se entremezclan vidas,
miradas, visiones. Una trama que se va desenvolviendo, desenredando, con bucles
normalizadores de la acción. Como la vida real. Hay metáforas que nos seducen;
tiene también una muy interesante dosis de realismo mágico, que nos recuerda a
escritores latinoamericanos, Uslar Pietri, Isabel Allende y tantos otros, o
incluso a Zafón o Saramago.
La
trama parece predecible, pero no lo es. Es como esa tensión de los directores
de escena, de cine, a lo Hitchcock, el maestro del suspense y del thriller, que
sabes lo que va a pasar (más bien no) y
eso es lo que hace producir más atracción.
No
quiero ignorar dos elementos que, en mi visión, perfilan la lectura. El primero
es una prosa “fácil”, ágil, corta, que se lee sin tener que releer el texto.
Quizá se degusta poco la palabra, la frase, el elemento literario. Esto no es
un defecto, quizá está buscado por el autor para conseguir una narración
dinámica, real, de impacto emocional. El segundo es el de los roles masculinos,
que son todos de padre ausente, de varones agresores o insuficientes o incapaces.
El predominio de cierto maniqueísmo femenino es, quizá, una corriente muy actual;
ello a veces nos genera a muchos varones un cierto retraimiento emocional.
¡Ojo!.
Hacer visibles las cosas no acaba con el problema, es necesario, pero no
suficiente, es sólo el principio del fin del problema, la solución vendrá desarrollando
la ecuación con diversas variables: de escucha, de acompañar, de ayudar y
dejarse ayudar, del uso de la constante tolerancia “cero”. En la ecuación hay
que conseguir que todos sumen, que no haya un elemento nocivo que multiplique a
alguien por cero, que no haga creer que la nada, la invisibilidad es la
perfección. No es sólo buscar la fórmula para erradicar; también y muy
especialmente que se generen conductas participativas consistentes de
prevención antes de que sucedan las cosas, mientras y después. Ello en el
ámbito escolar, familiar, de grupos de amistad, de redes sociales.
Este
libro de Eloy Moreno es muy recomendable, para leer y reflexionar. No se puede
por menos que felicitar al escritor. Repito. Invita a leer y a escribir
también. Está claro que escribir experiencias es vivir varias veces.
Gracias
por escribir y divulgar.
Fdo.
Miguel
Zafra Anta
Fuenlabrada,
24 de mayo de 2021
Invisible. Eloy Moreno.
Ed Nube
de Tinta. Penguin Random House Grupo Editorial, SAU. Barcelona.
Sinopsis
del libro:
¿Quién
no ha deseado alguna vez ser invisible?
¿Quién
no ha deseado alguna vez dejar de serlo?
Emotiva,
conmovedora, diferente… Invisible narra,
a través de los ojos de un niño, una historia que podría ser la de cualquiera
de nosotros.
Anexo sobre el autor. Magnífico su trabajo de escritura, y de producción-promoción de sus producciones.
Véase
su web, su Facebook, y sus redes sociales.
Ely
Moreno. Castellón.
Autopublicó
su primera novela, de la que se llevan vendidos más de 200.000 ejemplares.
El
bolígrafo de gel verde (2011)
Lo
que encontré bajo el sofá (2013).
Cuentos
para entender el mundo (2015)
El
regalo (2015), tercera novela
Invisible
(2018).
ISBN
978 – 84 – 16588-43-5
En
su web: Eloy Gonzalo expone cómo fue el proceso de escritura, la autoedición,
la promoción, la producción. Navegar por canales no adecuados. Con
perseverancia, con insistencia, con apoyo familiar.
En
su historia nos dice de su primera novela: … una historia capaz de permanecer en el recuerdo.
Pero sobre todo, deseaba escribir la novela que a mí me hubiese gustado leer…
¡Bravo!
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